Entradas

Palabra 23 de 52: "Magia"

Imagen
Magia es ir contra todo y contra todos, incluidos nosotros mismos. Contra lo que se está quieto y se pudre. Contra los buitres y los premios. Contra los teóricos y supuestos maestros improvisados. Contra la incultura y el exceso de sabiduría. Magia es ser contradictorio…  ¡Y salir indemne! (Siguiendo una idea de Sindel)

Este jueves, relato. Homónimas y Polisénicas.

Imagen
     Hoy es nuestro aniversario, debería estar contento y  sin embargo me embarga la ansiedad. Siento la presión como una ola traicionera que me abate sin decir ni hola . Necesito estirar las piernas, me levanto de la mesa y me dirijo a la cocina; dentro, Jorge se pelea con una cabeza de ajos. Extrae de ella el más pequeño y agita el ajito hasta dejarlo inmaculado. Vacilo al acercarme y mantengo la distancia, mi tos de estos días esconde un bacilo invisible que no quiero compartir. Jorge, es mi pareja, bello como un David luciendo un ensortijado vello .  Regreso a mi mesa y espero con semblante grave , que mi pecado no se grabe en mi mirada. Hoy es nuestro aniversario y tengo que decirle que me he enamorado de otro. Más palabras de estas planean en las Llanuras de Auxi

Los domingos... Limpieza General. "Balú" (Aireando viejos relatos)

Imagen
      Balú, era un pequeño Pub. Tan pequeño que a veces para bailar, había que retirar los cuatro sillones que tenía en el pasillo que daba a los baños. El ambiente era tan íntimo y familiar que solo con frecuentarlo reconocías al resto de los parroquianos, incluso echabas de menos a los ausentes. Su propietario, José, era el hilo conductor que relacionaba clientes y acontecimientos, como un maestro de ceremonias multidisciplinar que igual preparaba un contundente Dry Martíni, que pinchaba la música más adecuada para cada momento. Visita tras visita y como si lo hubiéramos pactado los mismos asientos, de esta forma, la música, las copas, los aperitivos, los asientos y José se repetían casi de memoria, día tras día. El local que abría como bar desde primera hora de la mañana, mantenía una actividad razonable y ordenada en horas de desayunos y aperitivo, pero era al anochecer cuando el local se vestía con un lúdico atractivo que invitaba a esconderse entre los estampados de l