Este jueves, relato: "Silencio y Vino"


     Mudo, sordo, ciego, muerto… me siento cuando las palabras oprimidas no fluyen. Cuando las oraciones montan del revés. Nada soy sin voz, nada. Desterrada mi prosa y exiliadas mis rimas en un silencio trabado, obligado. Es entonces cuando el corazón de los sonidos deja de latir y duerme.
    Después, en plena agonía, un grito contenido trepa por la sombra de la ignorancia y un nuevo silencio libre nace del silencio cautivo. Me oigo, vocalizo, y mi verso alumbra destellos callados que nacen fraseando siseos entre dientes. Es el silencio que decide por si mismo seguir siendo silencio…

    ¡Vaya mierda de vino que he bebido!

Comentarios

  1. Caprichosa inspiración que somete... eso sí, si ayuda un vino de cartón entonces el soliloquio reflexiona y atenta contra ese silencio obligado al que hay que poner en su sitio...

    Gracias por estar!!
    Besos

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  2. Son solamente una pausa, silencios pasajeros que ya liberarán su grito, cuando ellos quieran y no cuando nosotros los busquemos.
    Un abrazo!

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  3. Jajajaja que bueno! yo ahi concentrada en el relato, viendo a ver de que silencio hablas, el de las musas cuando no quieren dictarte, el de la opresión, el del astío y leo la última frase y me parto de la risa, jajaja, me encanta tu sentido del humor, creo que lo más complicado de este mundo es hacer reir!, y hasta eso dominas, reverencias, aplausos y todo lo que haga falta para tu relato! miles de besossssssssssssss

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  4. Un texto muy conseguido. Con un final que te sorprende, tuve que releerlo para darme cuenta. pero es verdad que cuando lo ves, se te escapa una sonrisa.
    Chapó¡¡¡¡¡¡¡¡
    Un abrazo.

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  5. Como siempre consigues sacarme un OH!!! de exclamoación. Porque tus textos me encantan y són diferentes, son muy buenos. Un fuerte abrazo

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  6. me encantó tu poema. Le sacaría el comentario final :P

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  7. A diferencia de Rochies, me encantó ese final sorpresivo, inesperado, le da un giro que me ha sacado una franca sonrisa!
    =D

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  8. El final, buenísimo. A veces no se habla por no pecar, y en este cagso, es malo.
    Un abrazo

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  9. No esperaba ese final, me encanta.

    Un beso.

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  10. Ya hay de esos ya... empiezan con cuatro copas y acaban lloriqueando el "Ay, mísero de mí...".
    Beso de cuatro

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  11. Jeje! Suele suceder... y bueno, que salga lo que tenga que salir, siseos mediante... o que no salga nada!
    Me gusta cuando sorprendes con esos finales inesperados, sobre todo, si se remontan en una sonrisa.
    Muy ingenioso!
    Besos!
    Gaby*

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  12. Una borrachera tannnn poética que dan ganas de ensayar. Quizás mañana pruebe.
    Un besazo

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  13. No se yo si se fue de paseo la inspiración, o esas copitas de buen vino, fueron las culpables. Arrancas tan desesperado que al llegar al final no queda otra que sonreir. Buena borrachera esta de silencios que sisean tan buenas palabras.
    Besos.

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  14. jjajaja una borrachera filosófica debe ser mortal. Me encantó. Un beso

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  15. Tal parece que el vino es una buena llave para conseguir abrir la puerta de la desinhibición y también aquella donde las musas duermen. Muchos poetas malditos han conseguido lo mejor de su producción literaria bajo efluvios etíilicos. No sé si un vino de mierda es capaz de hacerlo, pero no me extrañaría.
    Un fuerte abrazo.

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