Este jueves, relato. "Amigos"
Valencia,
Abril de 1960.
Esa noche, no
aparecieron por casa. Julia, Edu y él,
habían estado maquinando la forma de escapar a la búsqueda de un
mundo mejor; uno que les permitiese hacer suficiente fortuna para sacar a sus
familias de la miseria en la que se encontraban.
La noche les
sorprendió en un bosque cercano y decidieron descansar hasta la madrugada. El
destino era improvisado, igual valía un autobús a Barcelona, un auto stop a
Alicante o la bodega del Ciudad de Granada hacia Mallorca.
Los tres
juntos, acurrucaron sus minúsculos cuerpos prometiéndose amistad eterna. Unidos
para siempre, El miedo y la noche, se unieron para darles la alternativa lejos
de los suyos, del brasero bajo la mesa camilla y la bolsa de agua caliente,
pero su decisión era firme y aquella promesa, para ellos era un compromiso
vital.
Valencia,
Agosto de 1980.
Julia y Edu,
esperaban su primer hijo, ella insistió en llamarle como a Luis, al que con la
misma insistencia propuso como padrino.
Aquella mañana
Edu regreso a casa antes de lo habitual. La ejecución de un maldito ERE lo había
puesto en la calle y su futuro quedaba en entredicho. Al entrar oyó voces en el
dormitorio, irrumpió en él con fuerza sorprendiendo a Julia y Luis haciendo el
amor. Por un momento lo tuvo todo claro… y lo vio oscuro, sacó una pistola del
tocador y los mató de un certero disparo, se acurrucó junto a ellos como
aquella noche en el bosque y se disparó en la sien, mientras balbuceaba… unidos
para siempre.
Tremenda historia, no cupo otra alternativa. A mi ahora me viene el recuerdo de una canción de Aute "Una de dos", aunque eso igual lo complicaba más, !quien sabe!.
ResponderEliminarBesos.
Interesante relato, de una amistad que llega hasta sus últimas consecuencias aunque en unas circunstancias dramáticas de un trío de amigos del que uno de ellos no participaba plenamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Impresionante historia. Las cartas estaban jugadas para gente que vive con tanta pasión y es todo o nada. Bien resuelto los dos tiempos de la historia sin exagerar en palabras ni en detalles, queda todo dicho.
ResponderEliminarAmistad? no lo se... en todo caso es compartir y entender, pero en el amor, la cosa es distinta.
besos
Un trágico final para una historia que podría haber sido de amistad sincera para siempre. Lástima.
ResponderEliminarFue una pésima reacción. ¿Juntos para siempre? No creo que lo quieran ver en ese después de la muerte.
ResponderEliminarMe gustó mucho el relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Impresionante relato, con un final lastimosamente trágico. Y son dramas reales que pasan en la vida real, en la que no reparan mancillar de esta forma la sagrada palabra amistad.
ResponderEliminarSaludos
Ufff menudo trauma, un asesinato que bien podría haberse evitado con un menage a trois. Malditos prejuicios. Muy bien narrado. Besos
ResponderEliminarPues esos si que no lis quiero de amigos. Por desgràcia estas cosas passen màvs de lo que desestima os
ResponderEliminarUn abrazo
Juntos para siempre en una amistad que plantea sus dudas.
ResponderEliminarMuy buen relato!!!
Cariños…
Tremendo relato! Me puso los pelos de punta ese final, broche de oro para una historia que comienza maravillosa y se lee de un tirón sin respirar!
ResponderEliminarTe felicito, como siempre es un gusto enorme leerte.
Un abrazo.
Si no son de pensamiento liberal y no parece que lo sean, esa relación sexual entre Luís y Julia está soportada en el engaño de ambos hacia Edu. En la amistad verdadera el engaño no tiene cabida. Pienso que tan amigos para siempre no eran. Este trágico final me lleva a una reflexión que muchas veces me he hecho. ¿Se puede disfrutar del sexo en una relación abierta que no incluya el amor entre sus presupuestos?. Tal vez la respuesta a esto hubiera evitada tres muertes absurdas.
ResponderEliminarMagníficamente bien narrado, Alfredo.
Un fuerte abrazo.
En ocasiones el impacto es tan fuerte que se siente es la única salida posible y es que tomar decisiones en ese estado no es lo más acertado porque generalmente no son buenas.
ResponderEliminarEs un excelente relato con un estremecedor final.
Abrazos.
Impresionante Alfredo, pone la piel de gallina. Pero la amistad muchas veces no deja de ser una cortina que oculta otros intereses, en este caso una infidelidad y una amistad traicionada. A pesar de todo, seguro que un arrepentimiento y una buena conversación habría evitado tan trágico final.
ResponderEliminarPero es un relato muy bueno, Alfredo.
Un abrazo.
¡Rayos! No esperaba ese final. Todo iba tan bien, la historia empezaba cuando yo, a 350 km de allí aparecí en el mundo y, zas, me impacta ese final. En resumen, tuve las emociones y sorpresas que uno espera cuando inicia una lectura. O más conciso: me gustó.
ResponderEliminarAbrazos, amigo.
Bueno Alfredo, menuda historia que nos has sintetizado en unas líneas. ¡Nada menos que veinte años! Dicen que un porcentaje nada desdeñable de niños no son del hipotético padre biológico. A veces es mejor no saber, y así no acabar buscando la pistola.
ResponderEliminarUn saludo
no sé cómo se puede comentar este texto, después de que papá me haya llamado para..bue, para nada...
ResponderEliminarel caso es que te diré, alfredo, que el amor...y este texto no me pilla desnudo de ideas, de experiencias, de pensamientos, tiene diversas gradaciones...unas hacia el amor mismo, otras, hacia el odio. no hay amor a palo seco.no, señor. existe el amor y su contrario: el odio. de que triunfe un lado o el otro depende las acciones posteriores. ah, el odio siempre, pero siempre, vendrá después del amor; nuca se dará el odio y, luego, el amor. ah, no quiere decir esta medio disertación que el odio deba de aparecer tras el amor claudicado, no. pero sí quiere decir que en el amor siempre hay un punto de odio, latente, silenciado hasta el extremo de no parecer que existe, de acuerdo. pero, insisto, existe el amor y su contrario. no hay amor sin el componente odio.
medio beso y gracias por haberme dejado reflexionar, aunque haya sido así,a la traza y sin definir mucho las aristas.
Ay! me parece que no vale la pena, son grandes las pasiones, se consumen y despues no queda nada. Impecable!
ResponderEliminarabrazo
Porque algunas veces se pierde el norte y se confunden las competencias. Los amigos no tienen manual de instrucciones.
ResponderEliminarUn besazo
Joder Alfredo eso más que amistad era un trío y así terminó jajaja. Me ha sorprendido tu relato de principio a fin, no esperaba que fueran a ir por ahí los "tiros".
ResponderEliminarMe quito el sombrero. Un beso mi amigo querido.
Podrían haber sido felices los tres si desde el principio hubieran puesto las cartas sobre la mesa, pero es tan difícil ponerse en esa situación. Hay que amar de una forma que para muchos deja de ser amor.
ResponderEliminarUn texto impecable como siempre.
Un abrazo Alfredo.